Alopecia androgénica, calvo a los 50

La alopecia androgénica afecta al 70% de los hombres mayores de 50 años, un tema que preocupa a muchos varones a lo largo de su vida pues, aunque la calvicie sea una evidencia física a esa edad, la pérdida de cabello es un proceso que comienza un par de décadas antes.
También hay casos femeninos de alopecia androgénica pero se estima que solamente un 20% de las mujeres padece este fenómeno que llevamos grabado en nuestros genes y que heredamos de nuestras madres.

La genética es la clave de la alopecia androgénica

Durante mucho tiempo se ha hecho responsable a la testosterona de la alopecia androgénica pero no es cierto del todo. Es verdad que donde hay testosterona puede haber calvicie, pero no está relacionada con niveles altos o bajos. Lo que verdaderamente va a provocar que seamos calvos o no es nuestra genética.
Son varios genes los que están involucrados en la pérdida del cabello. Algunos folículos se vuelven sensibles a la testosterona y a las modificaciones de la misma (hay enzimas que modifican la testosterona) lo que provoca su encogimiento, interrumpiendo el riego sanguíneo y la recepción de nutrientes. El resultado es la pérdida del folículo y por lo tanto del cabello.

Cuándo comienza la alopecia androgénica

Alrededor del 25% de los varones de entre 25 y 35 años comienzan a desarrollar este tipo de alopecia. No se descubre por una caída de pelo sino por la ausencia del mismo o claridades en el cuero cabelludo.
“Al contrario de lo que se piensa, cuando asociamos calvice a caída, el pelo no se cae en un proceso de alopecia androgénica, sino que el folículo se va encogiendo hasta desvitalizar el pelo y convertirlo en vello”, explica el doctor Ochandio, director médico de Capilar Clinique.

Las entradas suelen ser una llamada de atención al inicio de la alopecia. Lo ideal es fotografiarse y vigilar la evolución para poder tomar medidas, si se desea recuperar el cabello.

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